Tráfico instala los primeros radares fijos en el túnel de Paracuellos, en Madrid
Los dos sensores, que controlan ambos sentidos del paso subterráneo, empezarán a funcionar en 'unos 15 días' y forman parte de una 'prueba piloto' puesta en marcha por la DGT.
MADRID.- Las primeras armas que la Dirección General de Tráfico (DGT) utilizará para luchar contra los excesos de velocidad ya están instaladas. Se tratan de dos radares fijos ubicados en el túnel de Paracuellos, en Madrid, que discurre bajo la pista del aeropuerto de Barajas. Ambos forman parte de la red de 125 dispositivos que estarán operativos a partir de este verano.
'Estos dos cinemómetros, que serán activados en unos 15 días, forman parte de una prueba piloto que verificará la viabilidad del sistema informático que gestionará las multas de los radares.Los 123 restantes se instalarán a partir de mediados de abril', comenta Jesús Díez Ulzurrun, subdirector de gestión de tráfico y movilidad de la DGT.
'Las carreteras y los puntos kilométricos en donde se instalarán estos 125 aparatos ya están decididos y serán presentados a la opinión pública antes de que estén operativos. Actualmente, estamos estudiando dónde instalaremos los 200 previstos para el año que viene', puntualiza.
El objetivo de la DGT es contar con 500 aparatos al final de la legislatura. Es decir, instalar 125 en 2005; 175 en 2006 y 200 en 2007, «con el fin de reducir los 140 km/h. que se registran de media en las carreteras españolas», según datos de este organismo.
¿Cómo funcionan?
A partir de esta fecha, Tráfico estima que cada 200 kilómetros de las cinco principales autovías habrá uno de estos aparatos.
El funcionamiento de esta red informática es muy sofisticado.Cuando un coche circula por encima de la velocidad permitida, el radar ubicado en el pórtico o en la cuneta dispara automáticamente la foto.
El ordenador del aparato envía, por fibra óptica -ADSL o GPRS-, la instantánea de la matrícula del coche cazado al archivo informático de conductores de la DGT.
Esta foto irá acompañada de una serie de datos complementarios, como la fecha y la hora de la infracción, la carretera y el punto kilómetro, y la velocidad real del coche. Posteriormente, el titular del vehículo recibirá la notificación de la multa en un plazo de unos «quince días» para que identifique al usuario que conducía el coche en el momento en el que se registró el exceso de velocidad. En este último punto, el automovilista puede aceptar su responsabilidad y pagar la multa o presentar el recurso correspondiente ante la Administración. Actualmente, la DGT dispone de 300 radares móviles montados en los coches de la Guardia Civil y de otros seis fijos, ubicados en Despeñaperros, en la A-2 a la altura de San Fernando (Madrid) y en la S-10 (Santander).
Identificar al conductor
El propietario que no identique al conductor del vehículo en el momento que fue 'cazado' no perderá el carné de conducir, aunque tendrá que pagar la multa correspondiente, según confirmó Pere Navarro, responsable de la DGT, a este periódico.
Según establece el proyecto de ley del carné por puntos, el titular del coche que no identique a la persona que conducía el vehículo cuando se cometió la infracción será sancionado con una infracción muy grave. Es decir, deberá pagar una multa de entre 300 y 1.500 euros y será sancionado con la suspensión temporal del carné de conducir de hasta tres meses.
No obstante, esta medida, que ha sido estudiada detalladamente por los asesores jurídicos de la DGT, no verá la luz durante su tramitación parlamentaria.En Francia, por ejemplo, para solucionar estos problemas jurídicos los radares disparan dos fotos: uno que capta la matrícula y otro que fotografía al conductor. Sin embargo, esta medida no ha estado exenta de polémica, ya que algunos conductores (y conductoras) fueron fotografiados en compañía de personas que no eran sus parejas habituales.
Pá mear y no hechar ni gota
